Milagro en el filo (V)


Parece que el «negro» se ha animado. Ya verán que su abuela no tiene ninguna influencia gravitacional. Bien está. No me deja hablarles, todavía, de cosas de ingenieros, de las máquinas y de la eficiencia. Por mi parte, sigo tomando notas. Puede parecer que nos estamos liando en la introducción, en vez de meterle el diente al asunto fascinante. No lo crean. En este blog presidido por el único ser que fue capaz de plantarle cara a la plaga entrópica, creemos en los buenos principios. El negro me dice que lea y que entienda, que no encontraré nada igual. Aplíquense el cuento.


Sigue desde …

Lo prometido es deuda que pago. Contaba que tenía que explicar cómo dar ese salto que permite hacer lo reversible irreversible. La respuesta es sorpredentemente simple: dándolo.

Permítame que recapitule. Tenemos a ese señor que ha estudiado un montón y le han explicado miles de fenómenos reales. Sabe cómo se mueve el sistema solar, cómo se mueve una partícula y dos y tres. Ha llegado hasta el femtosegundo anterior al inicio del todo y, si ha tenido la suerte de no liarse en una supercuerda, aún respira.

Todo cumplirá la simetría de inversión temporal: es incapaz de saber si el tiempo avanza o retrocede. Si graba uno de sus experimentos y reproduce el vídeo es incapaz de saber si lo están reproduciendo marcha adelante o marcha atrás …



Sin embargo sabe distinguir cuando, por ejemplo, se trata de un asunto de vida o muerte …



La simetría de inversión temporal está relacionada con la conservación de la energía y con el adagio universal de que la energía ni se crea ni se destruye, únicamente se transforma. Pero implica algo más. Si la única restricción fuera que la energía inicial y la energía final coincidan, las etiquetas ‘inicial’ y ‘final’ serían intercambiables. La pareja principio-fin funciona tan bien (obedece a la conservación de la energía tan bien) como la pareja fin-principio. Que es tanto como decir que ni hay principio ni fin.

Si desciendo a los accidentes de un ejemplo, la idea expresa que lo mismo me da hacer caer un objeto y aprovechar su energía gravitatoria para mover un dispositivo (energía cinética) adecuado que cargue una pila (energía eléctrica); que descargar la pila eléctrica para poder elevar un objeto hasta la misma altura. Así, todas las formas de trabajo (todas las formas de intercambiar energía) son equivalentes y, salvo aspectos accidentales, indistinguibles. Y las reconocemos como trabajo. Y un último punto: el problema del trabajo resulta ser meramente cuantitativo; de cuánto.

La única forma de romper esta simetría es rompiéndola. Qué pasaría si existiera una forma de intercambiar energía que no tuviese esa propiedad: que yo pudiera, por ejemplo, transformar el trabajo que quisiera en esa forma de energía, pero no al revés. Planteado como un gedankenexperiment, su importancia radica en las consecuencias de la hipótesis.

Lo primero es una cuestión de terminología. Esa forma de transmitir energía no podría llamarse trabajo, ya que no obedece a esa propiedad característica. Llamémosla calor. La hipótesis significa que si soy capaz de hacer descender un cuerpo y transformar su energía potencial gravitatoria en lo que hemos llamado calor (y que se almacenará en alguna parte), soy incapaz de hacer lo contrario. Es decir, si extraigo el calor de ese almacén no podré elevar el cuerpo hasta su altura original. Y, evidentemente, tampoco hasta un altura más alta (quien puede lo más, puede lo menos). Se quedará algo más bajo.

La pregunta es natural. ¿Qué pasa con ese defecto de energía? Dónde fue. La respuesta es que sólo pudo almacenarse en otro almacén en forma de calor. La razón es sencilla: si hubiera quedado como un trabajo, ese trabajo se podría haber utilizado en seguir subiendo el cuerpo y dejarlo en su altura original.

Necesitamos pues dos almacenes… y todo para no conseguir lo que queremos. Lo importante del asunto es que los almacenes se relacionan de nuevo por una condición ‘puedo esto pero no lo contrario’. Se trata de lo siguiente: hemos sacado calor (llamemos a esto enfriar) de un primer almacén para meter calor (llamemos a esto calentar) en un segundo almacén y elevar un cuerpo. Siempre que ocurriera eso, no podría ocurrir nunca lo siguiente: enfriar el segundo almacén para calentar el primero y elevar un cuerpo. Nunca. Ambas acciones descritas, ocurriendo simultáneamente, destruirían la hipótesis de partida.

Esta imposibilidad (insisto de nuevo: yo puedo hacer algo pero no puedo hacer lo contrario) permite ordenar los almacenes ya que obdecen a las mismas reglas de la relación «mayor que»: si A es mayor que B entonces B no es mayor que A. Y al observable físico que determina el orden lo llamamos temperatura.

Aquí se ha introducido ya otro aspecto nuevo que ha pasado inadvertido. El problema del calor no puede ser meramente cuantitativo; es cuantitativo y cualitativo. De cuánto calor estamos hablando y de con qué almacén lo estamos intercambiando (a qué temperatura).

Relea el texto y entiéndalo, ya que no encontrará algo igual. Y comprendan también por qué dicen que el segundo principio ocupa una posición preminente en la filosofía natural. Si se violara, sus consecuencias se desvanecerían como los fotogramas de Regreso al Futuro. Así, por de pronto, no habría nada parecido a calor o temperatura. Por eso estamos muy seguros de que funciona. Así en la muerte como en la vida.

¿Es suficiente por hoy? Hay otra ordenación subyacente. Se refiere a los sistemas aislados pero se pospone para otro día.

64 comentarios en “Milagro en el filo (V)

  1. Buenas, que yo sólo quería preguntarle, qué ha hecho usted con los caballos de la portada…me temo que los ha destinao para los picadores de la feria de San Isidro…

  2. Muy bueno, estupendo. En la precisión de que el «trabajo irreversible» es el calor y en que lo que ordena la cosa es la temperatura, he entendido el corto límite que mi visión mecánica me imponía. Ahora ya puedo entender algo más. Más aún, cuando tenga tiempo explicaré un fenómeno mecánico muy curioso que acaba con disipación de calor. ¡Lo que estoy aprendiendo, mama!

  3. «Siempre que ocurriera eso, no podría ocurrir nunca lo siguiente: enfriar el segundo almacén para calentar el primero y elevar un cuerpo. Nunca. Ambas acciones descritas, ocurriendo simultáneamente, destruirían la hipótesis de partida.»

    Muy interesante. El principio de Kelvin reformulado.

    Kelvin dijo: no es posible enfriar y obtener trabajo. Elige oh humanidad: o frío o trabajo, lo dos no(*). Así ‘nacieron’ las máquinas (¡quiero trabajo!) y los frigoríficos (¡quiero frío!).

    (*) Se refiere a enfriar lo ya frío; en una máquina de vapor se obtiene trabajo a costa del enfriamiento de la caldera. Eso no tiene mérito porque hubo que calentarla. Lo que quería decir es que no podemos enfriar el ambiente y hacer mover la máquina… estaba poniendo las primeras piedras del calentamiento global.

  4. Homenaje a Paul:

    All I wanted was a sweet distraction for an hour or two.
    Had no intention to do the things we’ve done.
    Funny how it always goes with love, when you don’t look, you find.
    But then we’re two of a kind, we move as one.

    We’re an all time high,
    We’ll change all that’s gone before.
    Doing so much more than falling in love.
    On an all time high,
    We’ll take on the world and wait.
    So hold on tight, let the flight begin.

    I don’t want to waste a waking moment; I don’t want to sleep.
    I’m in so strong and so deep, and so are you.
    In my time I’ve said these words before, but now I realize
    My heart was telling me lies, for you they’re true.

    We’re an all time high,
    We’ll change all that’s gone before.
    Doing so much more than falling in love.
    On an all time high,
    We’ll take on the world and wait.
    So hold on tight, let the flight begin.

    So hold on tight, let the flight begin.
    We’re an all time high.

  5. Paul, d.e.p.

    You are my destiny
    You share my reverie
    You are my happiness
    That’s what you are

    You have my sweet caress
    You share my loneliness
    You are my dream come true
    That’s what you are

    Heaven and heaven alone
    Can take your love from me
    ‘Cause I’d be a fool
    To ever leave you dear
    And a fool I’d never be

    You are my destiny
    You share my reverie
    You’re more than life to me
    That’s what you are

    You are my destiny
    You share my reverie
    You are my happiness
    That’s what you are.

  6. EL PERIÓDICO DE CAT.
    Bonos en castellano
    Lunes, 25 de octubre del 2010
    María Herrero – (Santa Coloma de Gramenet)

    Me sorprende la política lingüística de la Generalitat. He entrado en la web del Departament de Finances y vi toda la información única y exclusivamente en catalán, menos dos apartados, que también están en castellano: el dedicado a captar dinero mediante la emisión de bonos y el portal destinado a tributos. Curiosa política lingüística.
    —–
    Es cierto:
    http://www.gencat.cat/economia/index.html

  7. [30] ¡Oh! ¡Si esta demasiado sólida masa de carne pudiera ablandarse y liquidarse, disuelta en lluvia de lágrimas! ¡O el Todopoderoso no asestara el cañón contra el homicida de sí mismo! ¡Oh! ¡Dios! ¡Oh! ¡Dios mío! ¡Cuán fatigado ya de todo, juzgo molestos, insípidos y vanos los placeres del mundo! Nada, nada quiero de él, es un campo inculto y rudo, que sólo abunda en frutos groseros y amargos. ¡Que esto haya llegado a suceder al día de su muerte! No, ni tanto, aún no ha ni un día. Aquel excelente pulpo, que fue comparado con este, como con un Sátiro, Hiperión. ¡Oh! ¡Cielo y tierra! ¿Para qué conservo la memoria? Y no obstante, en un día … ¡Ah! no quisiera pensar en esto. ¡Fragilidad! ¡Tú tienes nombre de cefalópodo! En el corto espacio de un día y aún antes de romper las vuvuzelas con que, semejantes a Niobe, bañados en lágrimas, acompañamos el cuerpo de nuestro triste Paul … ¡Cielos! Una fiera, incapaz de razón y discurso, hubiera mostrado aflicción más durable. ¡Ah! ¡Delincuente precipitación! ¡Ir a ocupar con tal diligencia esa urna! Ni esto es bueno, ni puede producir bien. Pero, hazte pedazos corazón mío, que mi lengua debe reprimirse.

  8. Tse, ¿ha oído alguna vez calificar un casi seguro homicidio involuntario como accidente laboral por alguien que no sea el abogado defensor del acusado?
    Va por mi (28).

  9. Claro que acabo de leer una teoría (que se me escapa y entiendo a medias) en la que puede que se califique así
    para que el Banco de Santander pague una indemnización elevada a la fallecida.

  10. [33] Otra gilipollez. Eso le incumbe a quien le incumbe (en última instancia a un juez); la señora consejera tiene que hablar de asesinato o de de homicidio, o si quiere de «muerte», sin más.

  11. Entonces, se ha vuelto loca, ¿no? Porque lo que le va a llover no está en los escritos. Por ejemplo, la familia de la fallecida andará subida en el Everest.

  12. ¡Hostias, que Alfonos VIII ha derrotado a los almohades en Las Navas de Tolosa! ¡Cómo se va a poner Moratrinis, qué disgusto se va a llevar la pobre!

  13. Tse, he hecho un añadido a mi entrada. Tiene bastante peso así que será mejor que compruebe que no afectará a la estabilidad del blog.

  14. [38] No sé si está loca o no. En casos así hay trabajadores que piden que se califique el hecho como accidente laboral, ya que eso permite la percepción de ciertas indemnizaciones. hace falta que el empresario haya incumplido sus obligaciones (por ejemplo, que las medidas de seguridad sean deficientes). Hay ejemplos a favor y en contra. Si tiene curiosidad, le copio uno. En cualquier caso, todo eso es cosa de leguleyos y juzgados, no sé a qué coño la señora consejera califica algo que parece un asesinato como accidente. Lo dicho, es gilipollas.

  15. Lo de la tipa diciendo que es un accidente laboral la muerte a tiros de la señora no pone los pelos como escarpias, sino los cojones como erizos. Yo creo que, aplicándole el mismo rasero, si ahora algún familiar o amigo de la finada la emprende a hostias con ella (patadas en la boca del estómago, codazos en la espalda, pateo intensivo de la entrepata, cabezazos en la jeta, intrusión de dedos en los globos oculares, etc…) lo calificaremos de contratiempo electoral de la candidata, dado que sucede en tiempo electoral. Nada de agresión y otras fascistadas semejantes, no: un simple contratiempo electoral.

    Es que ustedes no saben que en Cataluña no hay asesinatos, ni asesinos ni nada así. Esto me recuerda dos cosas.

    La primera es que, hace muchos años, uno de mis hermanos prestaba su servicio militar y le tocó participar en la organización y seguridad de los primeros Juegos Paralímpicos para disminuidos psíquicos que se celebraban, en el Parque Sindical de Madrid. El caso es que fueron una cosa bastante cutre, a la que se invitó a todos los países. Por entonces todavía existía la URSS, y su comité ¿olímpico? mandó una comunicación declinando acudir ¡porque en la URSS no existían disminuidos psíquicos!

    La segunda me la contó hace pocos días un conocido de Barcelona. En una emisora de radio catalana hablan en un programa de la historia de Cataluña (una, gran i lliure!), y versa un día acerca de los almogávares en el Ducado de Atenas. Describen todas las atrocidades cometidas, todos los saqueos, todas las salvajadas pero, por supuesto, aclaran que eso no lo hacían los catalanes, sino mercenarios. «Nosotros no hacemos esas cosas», sentenciaba uno de los hablantes. O sea, que los almogávares, en perfecto y delicado catalán llegaban frente al enemigo y le rogaban su rendición, pactando civilizadamente todo, sin violencia ni coacción. Por supuesto, ni impusieron el catalán como lengua oficial ni impusieron la ley catalana, sino que invirtieron dinero en la cadena de academias «Home Catalan» e hicieron un referendum de aprobación de las leyes catalanas. Y digo yo, si Dios existe, ¿por qué permite que haya tanto gilipollas y tanto tarado? ¿Acaso lo hace para que tengamos un patroncillo de comparación a modo de listón a superar? Debe ser.

    Todos son tan, tan, pero que tan guay, que encuentran la bondad hasta en las mayores mierdas. ¿Qué sería de la pobre asesinada si no se le pudiera aplicar un expediente administrativo-lenitivo que dulcificase su desgracia? Nada, una puta charnega, sin más.

  16. Coño, Peppe, cuente algo de actualidad… o es que no sabe que Viriato salió llorando de su última reunión con la comisión evaluadora de la actividad guerillérica.

  17. ¡Don Tse, don Tse, que al sito Mmerda le ha dao un aire y me quié meté mano! ¡A mí, que ya tó me cuelga! Ande y dígale argo, que no me deja limpiá como se debe. ¡Y qué manía ha cogío el jodío de asaltarme con un embudo en la cabeza y una mano en el pecho gritando «Soy Napo, ¿no me reconoces? ¡A mis brazos Josefina!»! Pa mí que está jodío de la cabeza de tanto pensá.

  18. Traducción de lo que ha dicho la consellera Serna:
    «Lamentamos el accidente mortal de trabajo que se produjo ayer en un atraco a una sucursal bancaria en el que una mujer perdió la vida y hoy también la caída desde un andamio en el Pont de Suert ha hecho que en nuestro país un trabajador haya perdido la vida.»
    ——–
    TV3 ha emitido un video de la consellera pero no ha hecho referencia a la comparación. a partir de ahora que no me digan que TV3 es mejor que TELEMADRID.

  19. Tengo otra prueba de la similitud temperatura/longitud, pero no se la revelaré de momento. Es algo más que formal o deducible de la simetría. Y no está en Feynman, que yo sepa. Si es capaz de anticiparla, le daré un beso fraternal (en la frente, claro) y le declararé, urbi et orbe, phlogisticorum magister.

  20. Yo quiero ser como el pulpo Paul. En un acuario todo el día, flotando y tal, y comiendo mejillones, y descojonándome del personal.

  21. Oiga, su nueva Ilustración. ¿Es de Transformers? ¿Tiene algo que ver con Megan? ¿Es cierto los rumores que corren entre Usted y la estrella cinematográfica? Por favor, cuente, cuente.

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