Mi primera experiencita con iBooks

Acabo de tener mi primera experiencia con iBooks para iPad. Ha sido, lógicamente, en un centro comercial. Y vengo dispuesto a soltar memes:

  • Un despliegue gráfico impresionante. Una librería con forma… de librería… y esos deditos que tocan y tocan. Aunque quién quiere tocar la pantalla pudiendo tocar otras cosas.
  • El libro se abre como si fuera… un libro. Y se pasan las páginas como si fuera… un libro. Dan ganas hasta de mojarse el dedo.
  • He entrado en el store de Apple. Desconcertante. Al parecer venden o tienen o yo qué sé las grandes obras de la literatura rusa. Toda una novedad.
  • No me cabe duda de que es el VHS de los lectores de libro.
  • El iPad es capaz de hacer muchas cosas pero, seguramente, ninguna con total perfección.

Desconfío de los despliegue gráficos incluso cuando traen regalos. Son muchas veces innecesarios pero vivimos en la era iconoplasta. El kindle por ejemplo es condenadamente espartano a la hora de mantener la biblioteca. Puedes categorizar libros, todo lo más, y se llama colección. Más allá de eso sólo pasar y pasar items hasta encontrar el libro que buscas. O buscar directamente una palabra o un autor. Para una colección de 1000 libros es un sistema trabajoso. Lo prefiero al derroche gráfico porque este es sólo estética y al final no soluciona nada. Para escarbar en la información seguimos necesitando a google.

Y ni una palabra de la retroiluminación. Sí, más brillante y más colorida. Y con muchísimos peros para lo que el leer se refiere.

Las acechanzas del futuro

Cuando pasen por una ciudad dormitorio y vean alguna horrorosa construcción de adosodos o alguna más antigua de bloques a la soviética no dejen de pensar que allí, en una celda del enjambre, pudo haber nacido o crecido alguien y que están ante un monumento universal cuya salvación compete a toda la humanidad.

8 comentarios en “Mi primera experiencita con iBooks

  1. Yo he hecho la prueba y no me gustó. Me pareció demasiado «bonito», casi diría hortera.
    Por otra parte, siempre he sido de biblioteca desordenada.

  2. esta mañana en la radio había unos indocumentados haciendo al probe last c. revolverse en su tumba. cuántos lugares comunes sobre doichlan se pueden acumular en quince minutos.

  3. ‘El libro se abre como si fuera… un libro. Y se pasan las páginas como si fuera… un libro. Dan ganas hasta de mojarse el dedo.’

    Sí. Leyendo cómiques me ha pasado más de una vez, aunque por ahora he conseguido contenerme a tiempo -es decir: tras mojarme el dedo pero antes de ponerlo en la pantalla.

    Hay algunos programas en los que se puede leer de viñeta en viñeta que molan bastante… siempre que el dibujo sea bueno, lo que no sucede en todos los cómiques, ni siquiera en los mejores.
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    Regalinos de Reyes. Hoy, cubiertos.
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    Una tierna escultura.

  4. Digo yo que una cosa es tener algún libro puntual que leer, sino que puá, que surja, pues lo tengo y lo leo, etc. Entonces por el valor del conjunto, el iPad. La pantalla táctil, LED, colores, agilidad, en fin… Es que no hay color, nunca mejor dicho.

    Ahora, si sólo se piensan leer libros y se puede renunciar al resto de utilidades, ¿por qué no un kindle? Siempre que se sepa comprar en Amazon…

    (Porque a ver, si yo mañana quiero comprar uno, ¿cuál compro? El de amazon.uk, o el de amazon.com. ¿Ese que llaman «internacional» o alguno en particular? Y una vez me decida, ¿viene con cargador, no, con el americano? ¿Hay que comprar cable usb, no, se puede cargar por ahí en caso de no comprar un cargador?)

    ((El robot nos oculta la información más importante…))

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