40 % en busca de autor

 

Vean esto del CIS:

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Yo creo que este dato, que está indignando a personas bienintencionadas, puede deberse a una confusión en muchos de los entrevistados por el CIS. Sin considerar que la encuesta no inquiere por los libros releídos, espinoso olvido que solo menciono de pasada para no salar más la herida, vean ustedes que la pregunta no ha sido: «¿Cuántos libros aproximadamente ha leído Ud. en los últimos doce meses?». Así efectuada, no habría duda: un 40% de españoles llevaría un año sin leer un solo libro, algo que debería hacer reflexionar a la industria editorial sobre la calidad de lo publicado, incluso considerando esas cosas con tapa y contraportada que la gente compra y/o regala y luego no lee.

Sin embargo, dada la pregunta, lo más lógico es pensar que «aproximadamente» no se refiere al número de libros, sino al acto de su lectura. No sé bien qué puede entenderse por leer aproximadamente un libro. ¿Quizás leerlo de soslayo? ¿Quizás sin poner en él los cinco sentidos, metafóricamente hablando? ¿Quizás leerlo como un acto de coraje, de inmersión en un mundo aún desconocido, pero que nos atrae? No lo sé, pero sí sé que es posible que el lector habitual que solo huella mundos conocidos y confortables, puede haberse visto, por amor a la verdad, en la necesidad de responder «ninguno», quizás con una punzada de envidia. Vean que mi hipótesis la avala el extraordinario hecho de que los entrevistados hayan alcanzado la ¡pregunta 73! ¡Esa encuesta es más exigente que el 90% de los libros que aparecen entre los diez más vendidos en la sección de «no ficción»!

Por esta razón, suspendo mi juicio. Puede que esté España repleta de personas ahítas de lecturas convencionales, a la espera solo del autor al que leer aproximadamente.

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Arreglao, pero informal

 

En el BOE de hoy, tres de mayo de dos mil dieciséis, sale el Real Decreto de disolución del Congreso y el Senado y de convocatoria de elecciones.

Lo refrenda el Presidente del Congreso de los Diputados y así se ha hecho constar. Vean:

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Si no estoy equivocado es el único acto del Rey refrendado por el Presidente del Congreso de los Diputados que se publica en el BOE. ¡Y es la primera vez que ocurre! Es cierto que también refrenda el Presidente del Congreso la propuesta de un candidato a la presidencia del Gobierno, pero ese acto sale en el Boletín Oficial de las Cortes.

Nada más. Solo quería contar esto. Perdonen la nimiedad. Es que me emocionan estas formalidades previstas, aunque nunca hayan sido utilizadas. Y si usted es de los que, por contra, se emociona por la campechanía, siempre puede sonreír al comprobar que el Presidente del Congreso firma usando Patxi (1) como nombre de pila y no Francisco Javier.

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¡Viva la Constitución!

¡Aupa, Patxi!

 

(1) Cabe la posibilidad de que D. Francisco Javier López Álvarez cambiase su nombre de pila en el Registro Civil por Patxi después de 1977. Si lo hizo, ¡Soraya habría cesado como Presidente del Gobierno Vasco a otra persona! También cabe la posibilidad de que el cambio se haya producido en los últimos tres años y medio, pero en fin, ¡no cambio nada! Total, siempre puedo decir que Patxi tutea a los diputados y mantener el discurso.

El extraño caso de las hojas falsas auténticas

 

Dice hoy Girauta:

Por eso trataron de acabar con Rivera comerciando en venales zahúrdas con una falsa hoja de inscripción… ¡a Nuevas Generaciones!

La afiliación de Rivera al PP siempre me pareció una gilipollez. ¿Y qué? ¿Qué importa que hubiese estado afiliado en 2002? Es cierto que Rivera, en las elecciones de 2006, contó que había votado al PP y al PSOE y, sin embargo, se olvidó de ese documento firmado. La explicación es simple: haberte acercado al PP era y es un estigma en Cataluña. Esto mismo pensaba entonces Arcadi Espada, que reprochó a Rivera precisamente su olvido.

Lo que me parece acojonante es que Girauta diga que la «hoja de inscripción» es falsa. Pero ¡si el propio Rivera admitió que la había firmado! Imagino que piensa Girauta que somos todos imbéciles o que no existe google.

La explicación de Rivera fue la siguiente: sí, firmó ese documento, pero no quería militar en el PP, solo recibir información. El mismo Rivera manifestó que al firmar ese documento se hizo «simpatizante» del PP o que, al menos, eso pretendía. Afirmó que nunca había pagado la cuota de 30 euros y que también había sido simpatizante del PSOE y de UGT. También afirmó el propio Rivera haber remitido su currículum al PP para trabajar para el partido, pero no porque fuera simpatizante, sino como simple salida profesional. Ciudadanos, en noviembre de 2006 remitió una nota de prensa en la que explicaba parte de lo anterior.

Es decir, Rivera «explicó» el documento que, según Girauta, es «falso».  Sorprendente.

Las explicaciones de Rivera le pueden convencer o no a uno. Como el asunto me parece una soplapollez, no pierdo ni un segundo en ellas, aunque es obvio que si el documento hubiera sido falso, Rivera habría dicho simplemente eso: que nunca firmó nada.

Por cierto, Rivera reprodujo estas explicaciones en los propios órganos internos de Ciudadanos. Como Girauta es ahora un peso pesado en Ciudadanos puede acudir a los archivos del partido y echar un vistazo al acta de la reunión de su Consejo General de 25/11/2006, reunión en la que estuve presente, y en la que su número uno, ante las quejas de afiliados de su partido, se detuvo en explicar lo que cuento hoy aquí.

Salvo que el acta de ese Consejo General de 25/11/2006 también sea una falsificación realizada en una venal zahúrda del PP. Por si no la encuentra, ya le anticipo que tengo una copia en mi poder, y yo sí que solo he estado afiliado a un partido: a Ciudadanos.