Exhortación moral de la virtud y breve aviso que busca enderezar a jóvenes tentados de mercadear con sus almas

Uno de los peores peligros para cualquier persona es la de dejar de respetarse. La del abandono, pero no la del abandono crepuscular del que da cuenta, satisfecho, de la hora que arriba, de la mar océana haciendo su trabajo, o si nos ponemos científicos, de que asome el trabajo —que cachonda paradoja— que desteje la entropía desde que osamos contradecirla con nuestra existencia. Este abandono está bien, aquel no. Hay una abandono desaliñado que es hijo de la plebeyez voluntaria, trágico cuando ataca a alguien en la flor de la vida y lo transmuta en rufián. Seguramente intentes evitarlo y te esfuerces por parecer aseado, con tus escogidas corbatas morales y tus discursos florales con voz atiplada. Es en vano. La vileza prospera tras los tabiques, se acumulan la mugre y los orines, se extiende la fetidez, presagio de la pestilencia, y la sepsis se alimenta de la propaganda que excretas hasta que termina, irrevocable, consumiéndote. Por eso, ten cuidado, compañero mortal, con la villanía. Quizás creas que, ingerida en pequeñas dosis, podrás manejarla, pero si te acostumbras a ella y pierdes la noción de la decencia entre risotadas y jipidos, no habrá grupo de Palmeros Anónimos que te ayude a controlar la adicción.

La ironía y Suso de Toro

Suso de Toro ha borrado este tuit:

Para explicar por qué lo ha borrado, ha escrito esto:

Y ha añadido que el tuit era irónico:

No voy a discutir que alguien que se equivoca pueda corregir su error, aunque no termino de comprender si eso de la ironía le salva porque, ¿en qué consistía la ironía? Si consiste en decir que los nazis no son tan malos pese a no pensarlo y creer que lo son y mucho, ¿en qué medida ese recurso es útil para denunciar lo que llama genocidio palestino?

Si el tuit es irónico, habrá que entender que Suso de Toro cree que los nazis eran muy malos (y que él lo piensa), pese a decir otra cosa, pero como los israelíes, con su «crueldad sin límite» (no creo que aquí esté siendo irónico, nada me lo indica) hacen tanto daño, al final es como si los nazis no fuesen tan malos; pero, ojo, él sabe que son muy malos y que esa comparación no justifica ningún genocidio.

De hecho, la anterior interpretación es la única compatible con la peor frase (a mi juicio) del tuit. Me refiero a esta: «Tantas películas de Auschwitz y resulta que Gaza es peor». Vemos que Suso de Toro, según dice, para llamar la atención respecto de la situación de Gaza, afirma que los nazis y Auschwitz son menos malos que Gaza, cuando (y ahí está la ironía) en realidad son lo mismo y merecen películas de Spielberg y Polansky que, supongo que por ser judíos, no las harán, ya que no conviene a Israel.

Situada así la cuestión, en la versión más favorable a Suso de Toro, nos encontramos con que lo verdaderamente acojonante de su abyecto tuit no es que ironice con la menor maldad de los nazis y Auschwitz. Lo verdaderamente acojonante es que cualquier persona mínimamente informada, incluso cualquier persona que quiera defender que los israelíes están cometiendo un genocidio, crea normal comparar la persecución sistemática de los judíos europeos, las matanzas de más de un millón de judíos por los einsatzgruppen en la retaguardia y, por último, la maquinaria nazi de deportación a campos de exterminio, singularmente a Auschwitz, lugar en el que la mayoría de los asesinados, más de un millón, pasaba directamente de los trenes en los que se los transportaba como ganado a cámaras de gas, comparar esto, digo, con la versión más favorable al pueblo palestino que pueda usted encontrar.

Solo a un demente moral se le ocurre comparar lo uno y lo otro para defender que lo que sucede en Gaza es un genocidio. No estoy diciendo que no se pueda ironizar. Al contrario, comprendería a quien ironizase sobre Gaza y Auschwitz diciendo «sí, claro, los judíos son unos genocidas, no hay más que ver la similitud extraordinaria entre Gaza y Auschwitz». Pero no parece que esto fuese lo que quería hacer Suso de Toro.

Por eso hay dirigentes judeófobos de países islámicos que dicen que en realidad el genocidio judío es un invento o que afirman que los judíos son agentes infecciosos y que Hitler hizo muy bien. Esos dirigentes son perfectamente conscientes de que es bastante imbécil comparar Auschwitz con nada que hayan hecho los israelíes desde 1945 (y por eso niegan que existiese) o simplemente tienen claro que lo mejor que se puede hacer con los judíos es exterminarlos, como intentó Hitler. Ese es su programa. Naturalmente, es jodido para el típico bobo occidental compartir expresamente estas líneas de pensamiento. Por eso niegan todos los datos objetivos y terminan calificando un pogromo de esos de toda la vida, como acto de resistencia.

No digo que sea el caso de Suso de Toro, a pesar de retuitear esto:

Él solo intentaba ironizar.

Han puesto colorado a Colorado

Hace un par de meses comenté la decisión del Tribunal Supremo de Colorado que impedía a Trump presentarse a las primarias en ese Estado.

Hoy hemos sabido que el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha revocado esa decisión por unanimidad.

Los argumentos utilizados son sencillos: el mecanismo de la sección 3ª de la 14ª enmienda puede hacerse valer por los Estados (ya que el poder federal se contrae solo a aquello que se le da específicamente, mientras que el resto permanece en el pueblo y en los propios Estados), pero con una limitación: no se puede extender a los funcionarios federales, en la medida en que estos (y sus oficinas) representan a todo el pueblo en su conjunto y no solo a una porción del mismo. Esta interpretación se basa en que los Estados no pueden destituir a funcionarios federales o dictar órdenes contra sus actuaciones (por ejemplo, conceder un habeas corpus bajo custodia federal) y en que la propia sección 5ª delega en el Congreso la aprobación de legislación que permita la aplicación de la sección 3ª (esta cuestión se discutía ampliamente en la decisión de Colorado). El Tribunal Supremo concluye que no parece lógico que las limitaciones frente a los Estados incorporadas por la 14ª enmienda (por ejemplo, el derecho al debido proceso) no se extiendan al caso en el que se priva a un ciudadano del derecho a acceder a un cargo federal.

Más adelante se añade que la normativa estatal sobre las reglas electorales (también para elecciones presidenciales) no puede entenderse como una vía implícita para permitir la interpretación que ahora se revoca, por cuanto sería contradictorio con la posibilidad que establece la propia Sección 3ª de eliminar la prohibición con el voto de dos tercios de la cámara, ya que se estaría imponiendo una carga excesiva al propio Congreso, que debería eliminar el «veto» incluso antes de la elección.

También se reprocha que no se haya presentado ninguna evidencia sobre la existencia de casos similares en el pasado (cuando sí existe respecto de cargos estatales), a lo que se añade que el Congreso sí hizo uso de esa facultad prevista en la sección 5ª y promulgó la ley que en 1870 permitía dirigirse a tribunales federales para hacer valer la sección 3ª, lo que se concilia además con la necesidad de adoptar medidas proporcionales y congruentes con el fin perseguido (es decir, establecer un procedimiento específico parta el caso), algo que no podría realizarse por un Estado bajo la sección 5ª, ya que esta se refiere solo al Congreso, lo que, a su vez, supondría que los Estados tuvieran más libertad que el propio Congreso para decidir cómo se aplica la sección 3ª a un funcionario federal, algo que se califica como inimaginable.

Por último, el Tribunal Supremo pone de manifiesto algo obvio: admitir la solución de Colorado implica entrar en una situación caótica en la que sería improbable que todos los Estados llegasen a soluciones uniformes y no solo por la cuestión de la posible diferente interpretación de los hechos, sino por las diferencias legales entre Estados. Esto ya lo comentaba en la entrada previa: hay Estados en los que simplemente no hay legislación que ampare una decisión como la adoptada en Colorado. El impacto de esa diversidad de decisiones además podría afectar directamente al comportamiento de los votantes de otros Estados con el riesgo final de que incluso pudiera afectar al propio resultado electoral si un Estado pretende ejecutar la sección 3ª tras las elecciones (algo legalmente admisible).

La decisión ha sido unánime, pero hay votos particulares en los que se añaden argumentos. Tres jueces (Sotomayor, Kagan y Jackson), aunque admiten el núcleo argumental de la mayoría (excluyendo a los Estados cuando se trata de funcionarios federales), consideran que es dudoso que sea precisa legislación especial del Congreso para aplicar la sección 3ª. Es decir, que estos magistrados se apuntan a la tesis de que la sección 3ª (como las restantes que forman parte de las enmiendas de reconstrucción) es autoejecutable. La decisión de la mayoría parece excluir la posible aplicación autónoma de la sección 3ª, por ejemplo, ante un tribunal federal. Ahí está la discrepancia. Y es sustancial. Porque quizás en el futuro un tribunal federal pueda decidir si Trump es o no un insurrecto a los efectos de la 14ª enmienda.

La sentencia, por supuesto, no exonera a Trump en cuanto al fondo del asunto. Solo resuelve lo que resuelve. Esto no evitará que Trump la utilice como argumento para cualquiera de sus locas derivadas. De hecho, al comentar la sentencia, se ha puesto a elucubrar sobre si de la misma se deriva que el presidente tiene inmunidad completa, algo que no es ni por asomo parte de lo que se discutía. En fin, es Trump.

Termino. Disculpen por el título. No he podido resistirme.

Problemas lógicos

A) «Lo del asesor de Ábalos», según lo que ha salido en la prensa es el pago de diez millones de euros por una empresa adjudicataria de contratos de suministro, bajo cuerda, a una persona que en el momento de firma de esos contratos era empleado público como asesor de un ministro. Ese pago, de existir, será ilegal y delictivo. Los contratos habrían ascendido a cincuenta y dos millones de euros. Es decir, que la comisión suponía casi un 20% del importe de los contratos.

Sin duda merecerá, de confirmarse, reproche penal.

B) Ahora veamos la segunda parte del tuit: Dice Jacinto «igual que fue repugnante que el hermano de Ayuso se enriqueciera durante la pandemia por hacer el mismo tipo de negocio».

La clave de por qué este tuit puede ser calumnioso no es que el hermano de Ayuso llevase (antes de la pandemia) veinte años (según he leído) dedicándose a labores comerciales de venta de equipos sanitarios en la Comunidad de Madrid, trabajos por las que cobraba y cobra comisiones, como todos los comerciales; tampoco lo es que el hermano de Ayuso cobrase una comisión de 56.000 € por un contrato de 1.250.000 € (sin IVA), es decir, sobre un 4,5%; y tampoco que, tras un examen por la fiscalía anticorrupción y por la fiscalía europea, resultase que no hay, para ninguna de ellas, caso. De hecho, esto dijo la fiscalía europea:

«Tras una exhaustiva investigación en la que los Fiscales Europeos Delegados tomaron diversas declaraciones; analizaron la documentación aportada por los declarantes; comprobaron la autenticidad de las fotografías de las mascarillas entregadas; requirieron información a diversas entidades como la Agencia Tributaria, el SERMAS y la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR); recabaron informes de la Guardia Civil y nombraron un perito que examinó la documentación, se ha archivado el procedimiento por no concurrir indicios suficientes de la comisión de un delito

En particular, no ha quedado acreditado que el precio abonado por las mascarillas fuera desproporcionado atendida la calidad del material ofertado y entregado ni que hubiera sufrido un incremento indebido derivado de la intervención de personas ajenas a la empresa. Finalmente, ha quedado acreditado que el transporte fue abonado por la empresa adjudicataria y no por la Comunidad de Madrid».

La clave es esta expresión: «el hermano de Ayuso se enriqueciera … por hacer el mismo tipo de negocio».

Porque el de uno es un negocio legal, soportado por facturas, declarado a Hacienda; el segundo es un negocio prohibido, delictivo de acreditarse, por lo que no puede haber factura alguna (real) y los pagos se habrán efectuado o en dinero u ocultándolos de alguna forma que ignoramos.

El problema del tuit es que —si se confirma la noticia— el hermano de Ayuso y el apparátchik del PSOE no hacían el mismo tipo de negocio. Tan es así, que —de confirmarse la noticia— uno seguirá vendiendo material sanitario y el otro terminará en prisión.

Paremos esto, antes de que el PSOE haga algo grave

«For if once a man indulges himself in murder, very soon he comes to think little of robbing;

and from robbing he comes next to drinking and Sabbath-breaking,

and from that to incivility and procrastination»

Según las noticias, puede que el PSOE de Sánchez haya sido maleducado. No lo sabemos con certeza, hay que dejar trabajar a la justicia.

No pretendo dármelas de listo, pero esto se veía venir. De un Gobierno autoindulgente con faltas nimias, como prostituir la nación y sus instituciones, pactando la impunidad con criminales a cambio de votos para mantenerse en el poder, podía esperarse esta deriva terrible. Ya sucedió en el pasado. Recuerden que se creó desde el Gobierno un grupo terrorista, el GAL, que asesinó, torturó e incluso secuestró a ciudadanos, algunos inocentes y algunos (y esto es peor, claro) quizás culpables, pero los autores de esta conducta meramente desordenada terminaron cayendo por una previsible pendiente resbaladiza que les llevó a usar dinero público para comprar alguna joyita, con gran escándalo nacional.

Esa autoindulgencia se sostiene por la indulgencia de muchos ciudadanos. No quiero ser demasiado duro. Que el PSOE sea maleducado es demasiado grave como para dejarlo pasar. Seguro que detenemos esto antes de que el PSOE procrastine.

Pendiente resbaladiza

Para que tengan contexto:

Como consecuencia de esta lamentable agresión material y simbólica, Will Wheaton ha escrito esto:

Me ha llamado la atención no tanto que haya personas que se estén descojonando del señor Wheaton (ya sabemos que siempre hay gente capaz de reírse de cualquier desgracia), sino que algunos incluso dejen caer que al empezar a leer la declaración pensaron que estaba bromeando, que todo era puro sarcasmo.

En todo caso, escribo esto por una única razón. No por alabar, compartir o solidarizarme. Cada ser humano posee un interior insondable, quizás incluso para él mismo. Quién soy yo para rozar siquiera ese interior. Escribo porque, a la vista de la pasión del señor Wheaton, me pregunto qué escribiría de Larry David si le viese ebrio y con la bragueta abierta, o romper un televisor, pisar una hormiga, insultar a un vecino, blasfemar, pegar a una mascota, estafar a un extranjero, lesionar a un viandante, manosear a una camarera, atropellar a una mujer embarazada, violar a un bombero, asesinar a un niño, disparar en un colegio y masacrar al claustro, poner una bomba en un centro comercial, cometer crímenes de guerra o matar a millones de personas en campos de exterminio. En cada caso, qué epítetos utilizaría, con qué énfasis vestiría su enfado, qué episodios de su niñez sacaría a la luz, qué conclusiones moralizantes se plasmarían entre su indignación.

Sería digno de verse. Imagino que no tendremos ocasión porque, pese a la pendiente resbaladiza, los cobardes como Larry David se cuidan muy mucho de traspasar el límite desde lo horroroso a lo reprobable.

Día 89

Escucho en Onda Cero a Rubén Amón. Expone, como argumento, lo insólito de que el Ministerio Fiscal actúe en defensa de un acusado, cuando lo que corresponde al fiscal es acusar.

Hombre, cualquiera tiene derecho a tener un abogado en un proceso que defienda exclusivamente los intereses de uno y ese papel de defensor «puro» nunca corresponde al fiscal, pero no debería ser insólito que un fiscal actúe en defensa de un acusado. Debería ser de lo más normal. De hecho, el artículo primero de la ley que regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal dice esto:

El Ministerio Fiscal tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales, y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.

Esta norma (y otras similares que son su reflejo) es la que justifica precisamente que esas resoluciones que, por ejemplo, acuerdan intervenciones telefónicas y registros sean constitucionales, ya que el fiscal notificado (o que los conoce materialmente) puede impugnarlos en defensa de los derechos de un investigado si cree que se están vulnerando. Así se nos ha explicado desde siempre para mandarnos a esparragar a los abogados con nuestros molestos recursos.

Puede, claro está, que los fiscales, como los policías, se «contaminen» por su labor rutinaria y terminen viendo con cierta facilidad en cualquier hijo de vecino un delincuente al que investigar. Que adquieran esa querencia. Esa contaminación también es posible en los abogados defensores, que puede que terminen (terminemos) empeñados en encontrar a toda costa esos árboles birriosos que ocultan el bosque de la culpabilidad de nuestros clientes. La diferencia, no obstante, entre abogados, por una parte, y policías y fiscales, por otra, es que a estos los pagamos todos los ciudadanos para que nos defiendan a todos. De los ciudadanos que incumplen las leyes y del propio Estado. Porque también es víctima el ciudadano perseguido injusta o abusivamente por el Estado. A los abogados, sin embargo, nos pagan señores concretos para que los defendamos exclusivamente a ellos (dentro de la ley, por supuesto). Para que busquemos el árbol si el bosque es denso y oscuro.

Es sencillo comprender por qué debe ser así: el Estado es más poderoso que cualquier criminal o conjunto de criminales. Y más implacable. Por eso es vital que existan contrapesos frente a las tiranías, incluso frente a las tiranías mayoritarias. Si olvidamos esto, estamos sentenciados.

Día 88 bis

Lo he leído y creo que no está de más que se lea para hablar del asunto. Les animo a ello.

Dicho esto, los indicios van de más sólidos a menos:

a) Es sólido hablar de una cierta organización con un cierto control jerárquico en manos de algunas personas.

b) Es defendible, aunque dudoso, hablar de terrorismo en los hechos que dan lugar a las lesiones más graves (en plaza Urquinaona). Es dudoso por una cuestión de entidad y por cuestiones técnicas relacionadas con el encaje de estos hechos entre los desórdenes públicos que se pueden cometer amparados en una organización terrorista.

c) Es más dudoso aún que podamos encajar los hechos del aeropuerto en el artículo 573 del Código Penal. De hecho, hay un esfuerzo notable en la exposición razonada para convertir la ocupación del aeropuerto y el corte temporal de una carretera que era la única vía de acceso a una torre de control incluso en una especie de delito autónomo de terrorismo con independencia de la finalidad perseguida.

d) No veo en los indicios que se aportan base suficientemente para actuar contra Puigdemont. Sí contra otros. En el caso de Puigdemont, solo encuentro sospechas y voluntarismo.

Una cosa más: los hechos narrados son muy graves.

No olvidemos nunca esto. Se está aprobando una amnistía de hechos gravísimos. Y se está pactando con los que se beneficiarán de ella a cambio de su apoyo. Vamos, que con independencia de lo que aquí cuento, toda esta operación del PSOE y sus socios es obscena corrupción de raíz. No dejemos nunca de recordarlo.

Día 88

Un presidente de un país, que controla por mayoría absoluta la cámara de ese mismo país, cambió por completo su cúpula judicial, que venía entorpeciendo la labor gubernamental al considerar que en ciertos aspectos era ilegal. Tras el cambio situó a afines en esos organismos. Una de las decisiones de uno de esos organismos fue cambiar la Constitución. Ellos dicen que solo la interpretaron, pero la sentencia que lo dice es uno de los documentos más cachondos que he leído en años. En serio, es una cumbre del humor.

Gracias a esa sentencia, el presidente elegido en 2019 por cinco años se ha podido presentar de nuevo a la reelección a pesar de que la Constitución vigente dice:

Y a pesar de que el 75 dice:

Y a pesar de que dice el 88:

Y que el 131 añada:

Y que el 154 especifique:

Los argumentos son, como he dicho, perfectas cumbres del humor:

Vean:

Y esta maravilla …

En fin, no sigo copiando párrafos hilarantes (hay muchos más, tengo más de una decena guardados) y paso directamente a otro mucho menos graciosos. Por ejemplo:

O este:

O este último:

Este viejo discurso es el mismo que utilizó el presidente (que no lo era al presentarse porque había pedido una «licencia» y colocado a una sustituta en su cargo, en cumplimiento del único requisito introducido por la Sala Constitucional para vestir el muñeco). ¿Democracia? Democracia es lo que el pueblo quiere. Si el pueblo quiere un dictador, eso es democracia. Si el pueblo quiere que se detenga a gente indiscriminadamente, eso es democracia. Si el pueblo quiere exhibiciones contrarias a la dignidad de las personas, eso es democracia. La democracia es que la gente vote y se acabó. Los contrapesos, los derechos individuales, las normas que garantizan el pluralismo político, las garantías, las constituciones, solo son cortapisas y excusas de los que se resisten a escuchar la voluntad del pueblo. Pronto el pueblo, por supuesto, será lo que el poder dice que es el pueblo.

Que a ver, entiéndanme, llevo toda la vida escuchando a mucha gente decir cosas muy parecidas a estas. Escuchando a gente justificar excesos, aparatos represivos y liberticidas jerarquizados en forma de democracias populares y hombres de acción de los que se lían a hostias que son necesarios porque a veces no queda otra. A izquierda y derecha. Nada nuevo. Y sabemos que además de inmoral ni siquiera es cierto que funcione. El poder dictatorial se puede ejercer mal o peor, pero es lo que es y su naturaleza siempre se manifiesta, y normalmente con gran velocidad.

Por eso no me extraña que muchos compren este producto, con el gracioso añadido de que lo compren los que se quejan aquí de derivas autoritarias, a la vez que se escandalicen con Bukele los que las niegan. No hay problema: en España también hay muchos cachondos que pueden terminar escribiendo piezas como las que hoy les traigo. De hecho, progresan tan adecuadamente que ya han parido algunas que empiezan a competir en su liga. Solo les falta una vuelta de tuerca de morro, pero hay material humano disponible.

Dijimos que el terrorismo quedaba fuera de la amnistía y queda fuera de la amnistía cuando queda

En la partitura del último cuarteto de Beethoven, justo antes de la introducción en fa menor del último movimiento, el compositor escribió dos motivos y debajo de ellos las frase Muß es sein? (¿Debe ser?) y Es muß sein! Es muß sein! (¡Debe ser, debe ser!). Los motivos tienen una sonoridad como de pregunta y respuesta.

Hay mucha literatura sobre el significado de la pregunta y la respuesta. Esa literatura suele ser grave, como el tempo de esa introducción. No obstante, recordemos que el tempo completo es Grave ma non troppo tratto así que mejor me apunto a las explicaciones cachondas. Que si se preguntaba por un aumento de la asignación de su ama de llaves o si estaba el sordo choteándose de un mecenas que había respondido resignado a una petición de pasta de Ignaz Schuppanzigh. Mejor eso que imaginar una insondable reflexión sobre la ineludible levedad del ser.

En la lápida de David Hilbert en Gotinga aparece el siguiente epitafio: Tenemos que saberlo. Lo sabremos.

Se escogió esa frase porque con ella había terminado su discurso de jubilación en la Gesellschaft Deutscher Naturforscher und Ärzte. Resumía con ella ese optimismo que había marcado toda su carrera. La respuesta contra la ignorancia nunca debería de ser la resignación, sino la esperanza en un esfuerzo que terminaría dando frutos.

Sin embargo, casi siempre que se menciona el epitafio se recuerda que, justo un día antes, Kurt Gödel había enunciado públicamente su primera aproximación a los teoremas de incompletitud. Aunque podemos optar por una versión débil del teorema (nos salimos del sistema y ya está, a refutar y probar) o incluso por una respuesta formal (¡joder, no solo hemos sabido —que no podíamos saber—, sino que lo hemos demostrado!), la idea de que basta un agujerito para que la profundidad se escape chiflando y riendo tiene un aspecto consolador.

En estos días de abuso de tanta propaganda imbécil e impostada, de tanta trola cretina, en vez de ponernos trascendentes mejor una actitud de chufla. De chufla permanente.

Como dijo el santo: ceterum cor inane veri. et dicebant: veritas et veritas, et multum eam dicebant mihi, et nusquam erat in eis.

Ya les traduzco para que no tengan que buscarlo: