Ni sexo, ni cintas de vídeo; sólo mentiras


Esta mañana escucho a Herrera, Carlos, acerca de la sentencia dictada contra el juez Serrano. Pone a parir a los magistrados que la han dictado a los que termina calificando de tipos lanares. Para él está probado que todo es una persecución contra el juez por sus ideas en el asunto de la violencia doméstica, y que lo del niño que quería salir en procesión es literalmente acojonante como causa para empurar al señor juez.

Espectacular asunto éste, que demuestra una vez más que todo se analiza de forma que sirva para reforzar las propias tesis. No sé exactamente qué piensa el juez Serrano sobre la materi@ del géner@, pero es igual. Leo la sentencia y me pregunto por qué ha sido tan leve y por qué los magistrados incluso proponen el indulto. Sólo se me ocurre el viejo motivo gremial. ¿La habrá leído Herrera? No, no lo creo, al fin y al cabo son 26 lanares folios y él ya sabe lo que pasó.



Ayer Rosa Díez dijo:

«Todas estas cosas que se dicen en campaña quiero verlas escritas en un papel, porque si no las veo y me quedo con lo que ha dicho González Pons, llegaré a la conclusión de que si pudiera el PP decretaría el partido único, ya no solo el bipartidismo»

Pons había planteado reducir el número de diputados de 350 a 300. La propuesta es constitucional, por lo que basta con reformar algunos artículos de la LOREG, algo para lo que hace falta sólo mayoría absoluta.

Hemos hablado en este blog mucho y desde hace mucho tiempo de la cosa electoral. La propuesta pepera se fundamenta en la necesidad de ahorrar. Eso es falso. El ahorro no será muy grande. Deduzco que el PP intenta que el efecto del sistema electoral a favor de los partidos mayoritarios sea más intenso y que usa una excusa falsa para intentarlo.

Vamos, el PP usa una excusa falsa para defender una posición que, ahora, le beneficia electoralmente. Lo mismo, lo mismito que viene haciendo UPyD con sus exageraciones sobre los beneficios a partidos nacionalistas de la ley actual, con sus peticiones de que se amplíen los diputados a 400, y con sus propuestas de circunscripción nacional única y poque no pueden pedir que sea circunscripción cósmica. Cosas propias de partidos. Muchas veces he defendido el sistema mayoritario inglés, así que no les diré lo cachondas que me parecen las razones de unos y otros.

La cuestión, sin embargo, es otra. Ambas posturas son democráticas. La de UPyD seguramente exigiría una reforma constitrucional, pero también es democrática una reforma constitucional. Fíjense si me lo parece que yo votaría una que sustituya el sistema proporcional por uno mayoritario.

Ahora vayamos a la segunda parte. UPyD es el partido de Rosa Díez. Como es su partido, nada de lo que diga se critica por sus seguidores. Nada. Lo malo de esto, tan natural por otra parte, es que ellos se definen precisamente como un partido que pretende defender el pensamiento racional y crítico en la vida política. En alguna ocasión se me ha dicho que los votantes de UPyD son precisamente personas más formadas, con más conciencia crítica. ¿Qué hacer cuando tu líder desbarra? Ya, es jodido. Y si ya fue complicado justificar los primeros tiempos del partido, pero se hizo porque había que dar estabilidad al proyecto, qué razones se dan ahora cuando Rosa Díez se inventa eso de PPPSOE y habla de democracia expropiada o, ahora, cuando acusa de ser directamente antidemócrata la propuesta del PP.

Las razones son instrumentales: como lo que defiende Rosa Díez es lo correcto, sus excesos verbales están justificados. Se habla de hipérboles. El fin justifica los medios. Se puede demonizar al contrario, cayendo en un tremendismo que recuerda al lenguaje de los partidos antisistema, porque ella sí es buena, sí es pura y sí quiere un país más libre y democrático. Hanna Arendt escribió mucho sobre las llamadas directas a la voluntad popular y su apropiación. En estas cosas, uso la navaja famosa: si habla como una salvapatrias y se comporta como una salvapatrias, la primera hipótesis es que es una salvapatrias.



El PSE va a una reunión de abertzales a ver si son sinceros. Eso nos dicen. No nos lo creemos. Alguien ha pensado que aún puede pillar medalla en lo de la pacificación de la cosa. Normal. Asqueroso, pero normal. Esperemos, eso sí, que la transición hacia la democracia dure poco, por lo de minimizar el número de arcadas.