Yo disparé


Esta mañana he vuelto a oír, en esta ocasión a Leguina, decir que Thatcher, cuando fue preguntada por los terroristas del IRA abatidos por el SAS en Gibraltar, afirmó «Disparé yo». Se suele mencionar esta anécdota para criticar a nuestros gobernantes, que fueron incapaces de asumir el GAL, y ahora renace por el asunto Faisán. Siempre me pareció una comparación odiosa: los terroristas del IRA murieron en una operación policial/militar oficial. Que fuese una «ejecución» o no, era otra cuestión. Lo evidente es que todo el mundo supo, desde el primer momento, que eran miembros del SAS. Nadie se inventó un grupo terrorista falso, como ocurrió en España.

Por razones que no vienen al caso, hace mucho tiempo estuve interesado en el procedimiento que se siguió en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La sentencia dictada, por cierto, aunque condenatoria, demuestra las enormes diferencias entre el GAL y el caso de marras. No sólo porque muchos jueces considerasen legal la actuación (considerando las numerosas vidas en peligro), sino porque expresamente se rechaza que se planease una ejecución y no una detención de los terroristas del IRA.

Así que, cada vez que se menciona ese hecho para echar en cara a los gobernantes españoles su falta de responsabilidad, me cabreo notablemente. Lo de los españoles más que «cojones» es simple delincuencia.

Hoy, al escucharlo de nuevo, me he preguntado por la frase en cuestión y por su contexto. Así que la he buscado.

La busqué en español, esperando encontar un enlace a alguna fuente original.

Y es curioso. Aparece en muchos artículos de opinión, y la escena que en ellos se narra es muy similar:

«Sí, yo disparé», respondió en cierta ocasión Margaret Thatcher con la integridad personal que jamás conoció ni ha de conocer González. Y al punto se hizo el silencio. Callaron todos, igual laboristas que liberales y conservadores.

Así la cuenta José García Domínguez, con su punto de teatralidad. Y es similar (y la frase en cuestión es idéntica) en Espada, en Santiago González, en Albiac, y en otros blogs españoles. La referencia más antigua a la frase la he encontrado en un artículo de papel de Ussía, del año 1998.

Sin embargo, cuando he buscado la operación policial en cuestión y páginas inglesas sobre el asunto, no he encontrado esa frase por ningún lado. En la página de la wikipedia inglesa sobre la Operación Flavius no se menciona un hecho tan notable. Tampoco en Mc Cann contra el Reino Unido. Tampoco en la biografía de Margaret Thatcher, ni en la página sobre Muerte en la Roca, el documental sobre el asunto.

Le he comentado a Phil mi extrañeza y me ha sugerido que buscase frases de la Sra. Thatcher. Lo he hecho y nada de nada. He buscado vídeos en youtube y me he echado unas risas con Phil, escuchando a la Dama de Hierro hablando del socialismo, pero nada de nada del «disparé yo».

Así que he ido a la propia página de la Sra. Thatcher. Tienen un buscador cojonudo. He buscado IRA, Gibraltar, SAS, I shot. He filtrado y acotado, a partir de la fecha en cuestión. Aparecen referencias en los discursos, pero lo más parecido a una interpelación directa que he encontrado es esto:

Mr. Williams

Was it the Prime Minister’s decision to send the SAS assassination squad to Gibraltar?

The Prime Minister

We never discuss matters concerning security forces in this House.

Así que, mosqueado al máximo, me he metido en la página del parlamento inglés. Pero, lo siento amigos, me ha podido la molicie. Sobre todo al comprobar que existía esta maravilla, y que, puestos a perder el tiempo, mejor buscar discursos de Gladstone o Disraeli.

Eso sí, si alguien descubre la frase por ahí, por favor que me lo comunique. Por salir de dudas.


58 comentarios en “Yo disparé

  1. Magnífico descubrimiento, al que auguro una rápida divulgación. En menos de un mes, alguien lo habrá citado en alguna tertulia o en alguna columna. Podríamos hacer una porra.

  2. Llegaba y he visto como un par de fornidos GG CC cambiaban una rueda al coche de una desvalida joven, la cual observaba la escena apoyada en el guardaraíl y de brazos cruzados.

    Supongo que al finalizar la tarea, la benemérita pareja le habrá entregado una copia impresa de la factura informativa del servicio.

  3. Y déjense de pesquisas. La frase no aparece porque no existe y, lo que es más importante, no existe porque no aparece. Caso cerrado.

    Lo que toca ahora es averiguar el origen del invento, el quién, el dónde, el cuándo, el cómo y (con perdón) hasta el why. Debemos saber. Sabremos.

    Y ya puestos, podíamos también dedicarnos a escoger un nombre resultón para todas esas frases célebres y apócrifas que hoy saludan a una nueva hermana. Mi sugerencia, formada sobre la plantilla de los cadáveres exquisitos, sería llamarlas «muertos saludables» (homenaje castizo a los inexistentes versos del Tenorio «los muertos que vos matáis/gozan de buena salud»).

  4. Punteros para escribir en móviles. Hay que ver la pericia de algunos.
    Hoy, por ejemplo, he visto a un tipo usarlo mientras conducía su auto.
    Ha habido frenazo pero ni colisión ni atropello. Hijos de puta.

  5. Aquí les dejo un relato de los hechos de Gibraltar, bastante largo, Lo firma uno que NO es partidario de Thatcher. Lo cuenta in extenso. Aunque la acusa de haber ordenado una emboscada para matarlos, no dice nada de que la Primera Ministra asumiera ninguna responsabilidad personal. Parece un indicio de que, en efecto, sea una leyenda urbana.

  6. Asunto Faisán:
    El País explica que la sorpresa fue que el juez López no rompiera la unanimidad.
    El Mundo, por su lado, da una explicación retorcida, conforme a la cual, visto que no se iban a poner de acuerdo en lo de la ocmpetencia y para no dar imagen de desunión, decidieron consensuar lo de la falta de indicios.
    ¡Hakojonante!

  7. He encontrado una mención a la frase de marras en un blog en inglés (no sé cómo he llegado hasta ahí) en el que se habla de Carmen Proetta, una testigo de los disparos que aparece en este vídeo (0:35). La mención dice:

    Carmen, an unduly sensitive woman with an iron will of her very own, survived the enormous ordeal of challenging the chicanery of the very State and the woman who later said with gusto, “I pulled the trigger” . This woman who happened to be no other than the Iron Lady, Margaret Thatcher, in her unmistakeable manner, summoned every British sinew to support her every action in what she described as the fight for the integrity of the nation.

    Mirando por ahí parece ser que lo dijo en una entrevista de televisión.

  8. [34]

    A mí también me ha extrañado, pero dado que hablan de una mujer de Gibraltar, igual es una contaminación. Vaya usted a saber…

    Lo único que he encontrado es eso, y no quiero ni contarles las páginas que he visto: desde frikis de las armas de fuego (trigger) hasta páginas de ultraderecha que la mencionan (por aquello de los gal). He hecho búsquedas que, como sea verdad lo de echelon, ahora mismo vienen para mí casa unos cuantos 007 del MI5 para interrogarme. En fin…

  9. [36] Puede que el origen esté en la página que he linkado antes. Dice que se publicó como folleto en 1989. Allí se dice «as surely as if she had pulled the trigger herself». A lo mejor alguien empezó a atribuirle la cosa.

  10. [37]

    Yo creo que la cosa puede venir de más tarde. En los años 94-95 se llevaron a cabo varias investigaciones por organismos de derechos humano e incluso una condena de la UE sobre si fueron necesarios los disparos contra los terroristas. Tengamos en cuenta que la frase «yo apreté el gatillo» requiere la pregunta «quién apretó el gatillo», lo cual indica en que la investigación se centraba en si los disparos se produjeron en el suelo, corriendo, o incluso he leído por ahí que había dudas sobre si los disparos los realizó la policía de gibraltar o los agentes especiales. La respuesta de Thatcher tiene más lógica en este contexto. Ahora no puedo, pero más tarde buscaré más información sobre el asunto y la enlazaré.

  11. en una noticia de agencias se puede leer que:

    Un equipo internacional de científicos ha encontrado unas partículas, llamadas neutrinos, que viajan más rápido que la luz según un portavoz de los investigadores. El hallazgo podría suponer un desafío a una de las leyes fundamentales de la física.

    lo que si fuera verdad sería interesante.

  12. en la radio he oído que «Un equipo internacional de científicos ha encontrado unas partículas, llamadas neutrinos, que viajan más rápido que la luz. Si se confirman las medidas de los investigadores del CERN se pondría en duda uno de los pilares de la teoría de la relatividad. En la previsión del tiempo para manhana…»

    Ni una pausa, ni una expresión de pánico, nada.

  13. Estoy oyendo la noticia y todos dicen la misma tontería y nadie se para a corregirla. No son unas partículas llamadas neutrinos, que son más viejos que el mear, sino unos neutrinos que no se comportan como deben. Pero nadie parece saber algo que es obligatorio para cualquiera que se considere a sí mismo instruido. Encima se cachondearán y se jactarán de lo lejano que les parece eso, «cosas de científicos», cuando, si es cierto, deberían estar hablando de eso sin parar. Alsina dice que lo deja para mañana. Oiga, pues no. Un cambio de paradigma así requiere levantar de la cama a los catedráticos si hace falta.

    Bueno, me vuelvo a mi Thatcher.

  14. Hace poco me decidí por fín a leer Papillon,uno de eso libros que había en todas las casas de entonces. Les recomiendo a todos su lectura – imagino que relectura para casi todos.

    El párrafo que paso a copiar ilustra magníficamente lo se conoce como FILO / LIFO y [50] me lo ha traído a la memoria. (Habla Papillon, desde la prisión):

    «He recibido el estuche. Es un tubo de aluminio, maravillosamente pulido, que se abre desenroscándolo por la mitad. Contiene cinco mil quinientos francos en billetes nuevos. Cuando me lo entregan, beso ese trozo de tubo de seis centímetros de longitud, grueso como el pulgar; sí, lo beso antes de metérmelo por el ano. Respiro hondo para que me suba hasta el colon. Es mi caja de caudales. Pueden dejarme en pelotas, hacerme separar las piernas, hacerme toser, doblarme, que no podrán saber si tengo algo. Ha subido muy arriba en el intestino grueso (…)

    Cuando voy al retrete, es menester que me acompañe Dega. Mientras opero, se pone delante de mí, y me hurta a las miradas demasiado curiosas. Un estuche ya es toda una complicación, pero ahora llevo dos, pues Galgani, que tiene disentería, no puede llevar el suyo y me ha pedido que se lo lleve yo temporalmente. Y respecto a esto, un enigma: el estuche que introduzco en último lugar es siempre el último en salir, y el primero, siempre el primero. Cómo dan la vuelta en mi vientre no lo sé, pero así es.»

  15. […] Hay mucha información disponible en internet. Mucha de esa “información” es simple repetición. Y ya sabemos que la copia hace que aumenten los errores. Sin poner en duda el trabajo original, quizá alguno de los datos que aparecen en el libro de Harris, por ejemplo, sea una transcripción errónea del propio Harris, o del editor americano, o del traductor español. O —mucho más fácil— quizá sea erróneo porque un tal Tsevan Rabtan (“ese nombre es un fake seguro”, dice un tipo que se llama Pepethebest1923 en un foro de viajes) lo copió deprisa. Cuando alguien use mi artículo para hablar del aborto –y alguien lo hará seguro– puede que lo copie mal, y luego alguien meneará ese artículo y otro mencionará no sé qué en algo.org y, si el dato es llamativo, algún político o periodista o comunicador terminará usándolo en una tertulia, y que los esquimales abandonan al 60% de sus hijas en la nieve terminará siendo una verdad oficial. […]

  16. He venido a parar en esta entrada del blog después de que, picado por la misma curiosidad que describe el blogmaster, haya seguido casi con exactitud los mismos pasos para buscar la cita del I shot’em. La coincidencia me parece simpática. Y la cita… Bueno, ya tengo claro que es apócrifa.

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