Por lo visto los señores del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza han presentado una moción para declarar a Willy Toledo persona non grata.
Qué burricie. Qué paleto. Qué casposo.
Y qué simbólico todo. Una declaración sin efectos para castigar al que ejerce su libertad de expresión. Como si estuvieran para eso los señores concejales.
Un «ataque gratuito a la virgen», dicen. Pues que se querelle ella, joder.
En fin, vamos aviados.
En efecto, habría sido más barato dejar que se cociera en sus propios excrementos. Al final su papel más estelar será el de ese personaje típico de los belenes catalanes…